Noticia sacada de eldiario.es de Galicia
La apicultura exige medidas contra la invasión de avispa asiática, que la Xunta minimiza
La apicultura exige medidas contra la invasión de avispa asiática, que la Xunta minimiza
La 'vespa velutina' se expande por Galicia poniendo en peligro al sector apícola y la producción de fruta.
La Asociación Galega de Apicultura le pide al Gobierno gallego "diálogo" con la población afectada y un plan de acción contar esta especie invasora, pero el Ejecutivo insta a "convivir" con ella.
La Asociación Galega de Apicultura le pide al Gobierno gallego "diálogo" con la población afectada y un plan de acción contar esta especie invasora, pero el Ejecutivo insta a "convivir" con ella.
El principal peligro de la avispa asiática hoy por hoy es su voracidad, con el daño que puede causar a la apicultura gallega y también a los productores de fruta, pues para su alimentación esta avispa (al igual que las que conocemos de siempre) necesita de proteínas (como los insectos en general, pero sobre todo las abejas) y de los hidratos de carbono presentes en la fruta. El otro gran peligro es su gran capacidad para reproducirse y extenderse. Se adapta sin problema al clima y al entorno natural de la costa gallega y, por la ausencia de depredadores naturales, el número de avispas en cada nido puede llegar a las 18 mil, cuando en su área de origen podría quedar reducido a apenas unos 300 individuos. Además, de cada colonia pueden salir entre 200 y 400 nuevas madres.
Los apicultores gallegos demandan, sobre todo, "un plan de actuación y de choque", para "dotar de medios a los equipos encargados de retirar los nidos. Protocolo ya hay, pero es un protocolo que no tiene medios”. Una de las críticas más habituales es que los trabajos de retirada de nidos se realizan durante el día, algo que desaconsejan los expertos. “Las personas que van a retirar las colonias trabajan en las horas centrales del día, cuando sabemos que para eliminar los nidos hay que ir o bien hacia la noche o por la mañana temprano, que es cuando están llenos”, explica Asorey. Sin embargo, Patricia Ulloa defiende la eficacia de la medida, pues dice que “durante las horas del día la reina permanece en el interior y, además, cuando se retira la colonia se instalan trampas para recuperar también el mayor número de obreras”. Asimismo, ante la falta de apoyos, muchos están utilizando insecticidas, que los apicultores rechazan por el perjuicio que también causa en las abejas, y también se están colocando cebos con veneno. "Lo ideal sería utilizar medios mecánicos para retirar las colonias y que esto se hiciera de forma ordenada", destaca Asorey.
“Pedimos también que se investigue, que se estudie qué sistemas de control se pueden establecer”, explican desde la AGA. "En sus zonas de origen. estos sistemas de control no son necesarios, porque las avispas tienen depredadores naturales, y las abejas saben cómo defenderse. Pero mientras eso no pase aquí, pedimos medidas de control”, añade Xesús Asorey.
Reclaman también indemnizaciones para los apicultores y fruticultores afectados, "porque ellos no fueron los causantes de su introducción", y que el Gobierno gallego acepte dialogar con ellos sobre las medidas a adoptar. Asorey añade que el tercer colectivo más perjudicado por las presencia de la avispa son los madereros: "las avispas no son peligrosas, no atacan, pero sí lo pueden hacer si ven amenazados sus nidos. Los madereros, al derribar un árbol o realizar algún trabajo de tala, pueden ser atacados por las avispas, y si alguna persona es alérgica, puede resultar muy peligroso", dice.
Además de las medidas inmediatas, la AGA pide una planificación a más largo plazo, un plan de prevención pensando en el año que viene. "Vamos a entrar en el invierno, esos nidos van a desaparecer, van a quedar las madres enterradas en el suelo y para el año que viene volverán a formar colonias. Colocando trampas con determinadas substancias que las atraigan, podemos capturar a esas reinas, y cada reina que capturemos, nido que evitamos. Eso sería fundamental para reducir el número de avispas asiáticas, de modo que nuestras abejas puedan ir aprendiendo a defenderse de ellas", reivindica Asorey. "Sin embargo, para nosotros el primer paso que deberían darse sería iniciar un diálogo con los afectados", concluye: "para ellos sí que es un gran problema, porque les está matando a las abejas y las colmenas. Es una especie invasora que se ha convertido en una plaga".
Nuestros compañeros de Cantabria están aún peor ya que sus responsables todavía no han realizado un protocolo de actuación a pesar de las reuniones que han mantenido con ellos pidiéndoselo y toda la información y colaboración que les han aportado.
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